Los vicios sociales que presentan esta clase de personas tienen un fin; Hacerlos una burda imitación de un estándar creado por los núcleos de sociedad. El desarraigo de identidad propia que presentan estas personas los hace carecer de la característica más básica de una persona, la individualidad. Y que pasa cuando un individuo pierde esa cualidad que lo distingue de los demás? Es un simio mas de la manada que empeñara voluntad, cuerpo y lo poco de mente y razón que le queda en hacer de los demás otro como el, tal como hicieron con el. Esto es un circulo vicioso que aun no le veo fin y ahora mas que nunca entiendo las sabias palabras de los adultos que hicieron énfasis en como las vidas de mi generación se iban lentamente pudriendo. La distinción viene al mantenerse el estado de individualidad en una persona, como tal es única, con sus rasgos, detalles, que marcan su personalidad por las distintas etapas de su vida. El carecer o reemplazar estas conductas para que ellas se acoplen a los estereotipos aceptados por la sociedad va mas allá de falta de autoestima, trasgrede las fibras mas intimas de la sumisión, uno se convierte en parte integral de esa célula social al renuncia a cualquier lazo que lo vincule con lo que realmente se es. En términos simples, se va convirtiendo en una replica de una copia calcada de una fotocopia y todo en pro de encajar en algún lineamiento imbécil pautado por una sáfia de ignorantes cuya vida esta dedicada a decidir quien es lo suficientemente ad hoc.
He visto como estas rémoras se dispersan cual peste en todo lo que tocan, tratando de arrastrar a cualquier parroquiano al grupo de invertebrados que se desviven por figurar en este medio, cualquier tipo de artimaña es valida, pero la que mas fuerza ha cobrado a ultimas fechas ha sido tomar el estandarte de seguridad para encubrir sus fechorías infantiles. Nosotros como adultos responsables que fuimos, sabíamos que todo lo que hicimos fue con premeditación y con pleno uso de facultades y que asumiríamos los problemas que estas acciones acarreasen, claro que nuestro ejemplo no fue tan sano y prístino como para sentar ejemplo en las nuevas generaciones que buscan con afán emular esos pasos, siendo que en estos tiempos tal actividad ya no tiene razón de ser, ahora la ocultan en un frágil velo de supuesta “seguridad”. Ustedes lo saben y yo también, eso es un crimen, no hay otra palabra, hacerlo con dolo es un crimen, hacerlo a hurtadillas también, pero hacerlo a hurtadillas con dolo y con fines de trasgredir y fastidiar al prójimo lo hace mas tácito. Y entonces, porque carajo lo hacen? Aun lo ignoro, me seria más fácil saber que jugada haría Kasparov en su 3er salida contra Karpov que siquiera imaginar lo que pasa por la mente de estos lisiados pre-puberes. Alguna vez albergue la esperanza de que la historia misma seria la que les dictaría sentencia y condena a estos escuincles, pero recapacite de mis estúpidas palabras cuando recordé que la historia es escrita por lo vencedores, así que en el futuro, ellos les tocara escribir su historia de la forma en la que mas les convenga, por lo cual es nulo cualquier pensamiento de justicia por venir.
Otra excusa ha sido a bien tomar la identidad de emprendedor del software de código abierto, ya sea Linux o Unix. Algo tan noble y sano como supone esta actividad, ha sido envilecida por las estúpidas mentes de estos chiquillos cretinos que con tal de pegar un brinco a la fama rápida y fácil hacen uso de esta herramienta con fines que convengan solo a sus intereses personales. Estoy de acuerdo que el trabajo arduo que se le dedica a este oficio deba tener un reconocimiento o en casos extremos una remuneración, pero los que siguen los pasos de tal doctrina asumen la responsabilidad de abstenerse de tal placer, algo que estos mentecatos les importa un cacahuate, pues su única meta es hacerse respetar a costa de ostentarse como programadores de alta escuela y desarrolladores de código *nix. Lo divertido del asunto es que aun cuando presuman de esta cualidad, solo las personas que aun se sorprenden con espejos y cuentas de vidrio caen ante tal embrujo, pues en realidad son parásitos, eso lo saben ellos y lo saben todos los que se dedican a esta causa altruista. ¿A que le tiran pues?¿ A recodificar pedazos de exploits y vulnerabilidades y tachar los nombres de esos programadores para hacerse respetar? ¿A parlotear de cuanto saben de buffer-overflows cuando ello lo puede hacer cualquier mico con un teclado? ¿O de presumir de las teorías de infección vírica que dominan cuando es tanto o más respetable que explayarse de cómo hacer bombas caseras para causar pánico? No señores, las frágiles e inestables mentes de estos niños confabulan mas idioteces de las que quisiéramos saber, su meta en realidad es disfrazar todos sus crímenes con este estandarte para ganar el respeto que jamás podrían obtener como hackers, que sean tomados como programadores serios y gente madura que su única intención es ayudar al prójimo y hacer exhaustivas pruebas de “seguridad” en pro de la humanidad. De ellos han llegado a mis oídos cientos de opiniones de gente realmente madura y seria que esta en el circuito de software de código libre, todas ellas coinciden en que los grandes pensadores de esta materia les escupen en el rostro al saber quienes son en realidad, los humillan al señalarlos como escoria infrahumana, los degradan al demeritar todos sus logros infantiles, los aplastan con argumentos que no pueden refutar y hacen trizas su integridad moral exponiendo sus verdades en publico y enfrente de sus incrédulos rostros. Pero aun así siguen en pie, aun así siguen avantes y aun así siguen siendo humillados en público una y otra vez y no se hartan. Dios, que no daría cualquier atleta de alto rendimiento tener ese coraje y determinación para librar todos los obstáculos que ante el se interpusieran, estos párvulos precoces no se detendrán, eso ya lo he asimilado, jamás, son incansables, pensé que con palabras se podría solucionar y no tuvo resultados, tampoco con sarcasmos o con palabras e insultos mayores, solo me queda tratar métodos mas prácticos y medievales, en mi pueblo reza un dicho que al pie cito: “A las mujeres, como a las bestias, se les mantiene a raya con una sarta de latigazos”. Es una lastima que ya no se obtenga con tal facilidad un fuete o un látigo en estos días, pero confió en que una buena golpiza ayude a librarme de estas pequeñas lacras.
No hace falta ser prestidigitador para saber que muchos de estos mocosos se van a sentir crasamente ofendidos por suponer que su lucha fue tergiversada en estas líneas, pero los que me conocen saben a quien me refiero, los que lean estas líneas, saben quienes son y ellos, los señalados en estos casos, saben que estoy apuntando directamente a ellos y que, como siempre y con todo gusto, me encantaría recibir sus comentarios de frente, porque sigue en pie la propuesta de hacerles comer sus palabras vía catéter después de una bien merecida ronda de patadas para darles la bienvenida al mundo real.
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